La arquitectura es una disciplina compleja por la cantidad de enfoques, habilidades y conocimientos que se requieren para ejercerla. Reúne conocimientos de arte, de diseño, de historia, de semiología, así como de proporciones y su manejo geométrico. La arquitectura es parte de las profesiones con mucho peso histórico, una fuertísima tradición, una cantidad increíble de conocimiento y que constantemente se renueva, es dinámica y necesaria en la vida humana actual. Desde la antigüedad se reconoce la labor de quiénes piensan el significado de los espacios y formas que dan lugar a sitios sagrados, ciudades, edificios o caminos, entre muchas otras cosas.
La época marca muchas cosas de la arquitectura, pues los intereses por construir y dotar de significado a las obras, son propias de la marca de los pueblos y sus gobernantes en cada momento histórico: el ágora de Atenas, las Pirámides de Egipto, las rocas de Stonehenge, los caminos, puentes y acueductos romanos, el coliseo, la Basílica de san Pedro, las Plazas públicas de París en Francia, hasta aeropuertos, autopistas, rascacielos, obras que marcan estilos de vanguardia, son muestra de ellos. Pero la arquitectura incursiona en otras áreas: diseño de géneros textiles, espacios recreativos, religiosos, familiares, de salud, educativos. Se relaciona con la política, la ciencia, los deportes, la procuración de justicia, la ecología y la vitalidad.
La arquitectura ha desarrollado también la literatura, con obras importantes como los escritos de Le Corbusier, El panóptico de Betham, entre muchas otras. El perfil del profesional de la arquitectura es el de un profesionista culto, vanguardista, sensible, critico, creativo y visionario. El arquitecto modifica e interactúa con el ambiente físico para crear ambientes vitales y cómodos, funcionales, acogedores, prácticos y comunicadores de la cultura. La arquitectura actualmente cuida mucho la armonía de del entorno por medio de la creación de espacios que fortalezcan la relación con el mismo, fomentando su cuidado y desarrollo. Es así que actualmente cobre importancia la arquitectura sustentable (materiales, técnicas constructivas, inserción con el entorno), y el desarrollo urbanístico (planificación y sustentabilidad de las urbes, uso de agua y energéticos).
El fenómeno de la globalización ha causado una crítica contemporánea a la arquitectura: la homogenización. Los espacios y construcciones parecen homogenizarse en varios puntos del planeta, en donde vemos similitud en las obras. Es decir, hay una cierta tendencia a repetir las ideas y conceptos, sin consideraciones de impacto ambiental, tanto conceptual-cultural-social, como bio-ecológico. Sin embargo, es creciente el interés de las nuevas generaciones de arquitectos, en incluir en sus concepciones materiales y procedimientos de construcción amigables con el ambiente, la creación de espacios significativos para la cultura local y la planificación de espacios de crecimiento urbano para no afectar zonas de riqueza ecológica.
La arquitectura es fascinante, más si eres una persona creativa y que ve en la innovación una oportunidad para crecer como persona.